Lobo negro y lobo blanco

Imagina que en tu interior tienes dos lobos. Un lobo negro y un lobo blanco.

Siguiendo esta metáfora: el lobo negro te aleja de tu mejor versión, de la vida que realmente quieres y te mereces. Ya que se alimenta del miedo, la duda, el rencor, rabia, la crítica, el juicio, aplaza (procrastina), piensa que siempre tiene razón, ve la vida como un peligro, pone su atención en las crisis, en las situaciones negativas, en las circunstancias (lo que llamamos problemas), etc. Es decir, pone el foco en el exterior, en lo que no depende de uno mismo. Y así no se responsabiliza de su vida.

Por otro lado, tendríamos al lobo blanco, que es el que te acerca a tu mejor versión, a la vida que realmente quieres y mereces. Se alimenta del amor, el perdón, el coraje, actúa, acepta, se responsabiliza de sus decisiones, de su vida independientemente de la situación. En lugar de poner su atención en la situación, la utiliza para poder encontrar posibles soluciones u oportunidades para mejorar. Ve la vida como una oportunidad de mejora constante, lidera su vida…

Es importante que, de vez en cuando, te preguntes:

¿Qué parte de tu interior dirige tu vida el lobo negro o el lobo blanco?

¿Cuál alimentas y entrenas cada día, aunque no seas consciente de ello?

¿Qué parte de tu interior decides alimentar y entrenar a partir de hoy?

Recuerda que, en función de tu programación interna, vas a ver la vida de una forma u otra. Vas a tener unos pensamientos que te van a llevar a sentir unas emociones; estás emociones te van a llevar a tomar unas decisiones con las cuales vas a obtener unos resultados u otros.

¿Te gustaría que te ayude a entrenar a tu lobo blanco interior?

Luis Riquelme. Jardinero y escultor, mental y emocional. Haz click aquí y hablemos.